martes, 21 de noviembre de 2017

My Sea bass. The queen of the spot

Este ejemplar bien merecía un post al blog no?

La reina del spot


Como empezar a describir una de mis mejores experiencias de pesca? Por cómo pesco la lubina o al menos lo intento? o directamente por narrar como fué la captura de tan digno animal? 

Pues al no considerarme para nada, experto en la pesca de la lubina, y si en las porras que llevo tras ellas, pasaré directamente a como viví tan buscada experiencia.

Lo  descrito aquí no es, ni de lejos, la biblia para pescar un buen róbalo, ni el secreto que abrirá las puertas de tan esquivas capturas, pues lo que funciona en un sitio determinado puede ser que no funcione en otro, incluso en el mismo spot al día siguiente, por no hablar de la estación del año, etc, etc...

Este pez levanta pasiones, por su dificultad, su astucia, su belleza y su lucha. Pasión por todo lo que conlleva su pesca. Su dificultad, variable cierto es, en función de la geografía donde las tentemos. Su astucia, que aumenta el reto de engañarlos. Su belleza innegable, de auténtico depredador. Y su lucha, no de las más acrobáticas, ni quizás de las más potentes, pero sus carreras y su picadon en seco resultan adictivos.

Personalmente es mi pez tabú, el pez con el que más porras me llevo, con diferencia. Decenas de viajes al mismo spot donde se han sacado, donde las he visto, donde incluso algún pequeño ejemplar había logrado engañar, tras pasar jornadas y jornadas viéndolas atacar, ensalabrando las del compañero, pero mi pez no llegaba. 

Y por consejos y ayuda no sera de mi inseparable compañero Ruben; señuelos que a él le habían funcionado, velocidad de recogida, donde estaban, todo vamos. Todo, pero el pez no llegaba. Y no era por no intentarlo hasta adormecer cada musculo de mi espalda y brazos. Pescar con la tensión de saber que están, ver incluso ataques y lisas saltando fuera del agua, pero nada. En ocasiones ni picadas. 

Como en todas las especies, como en la pesca en si, hay que insistir e insistir hasta dar con la tecla. Y tras tantos consejos, tras tantas y tantas probaturas, dar con la tecla hace aún más especial esa captura. Esta captura. 

LA CAPTURA

Tras un madrugon del copón, no sé si llegue a dormir una o dos horas, me dirijo con doble ilusión a encontrarme con mi compañero de pesca. Doble por la propia sesión de pesca y por el estreno de la barca de Ruben. Poco hay mejor, que compartir pasión y alegrarse el uno por el otro de los respectivos logros con sinceridad y sin intereses fingidos. 

Barca cargada, historias de pesca pasadas y por pasar, planes cambiados en el último minuto, pruebas fallidas, actividad cero pero risas mil. Siesta incluida, pues si ni los peces daban la cara, pues una siestecita bien me iba. Ruben incansable no paró ni para comer! Me recuerda mis épocas de juventud en las que no dormía, no comía, solo pescar y pescar y pescar.

Tras pillar mi primera y única captura, una mini perquilla de risa, Ruben se cascó la única perca en condiciones de todo el pantano. Y hasta ahí la visita al paraíso de la pesca. En esta ocasión fue la visita al aburrimiento. Costará volver.

Recogemos bártulos y parada técnica por si encontrábamos fluviatis con ganas de picar. Nada. Desaparecidas.

Ya con la barca guardada, el hambre apretaba y las opciones de pescar algo decente se van agotando.

- y si probamos unas lulus?

a lo que me contesta Ruben; "pues vamos, poco frio ha hecho pero por probar..."

- con tanto enganche y tanta porqueria creo que voy a probar un vinilito montado a texas con una cucharilla.

-Pues no es mala idea. Habrá que probar. Vamos

Bajamos del coche después de devorar la cena en dos minutos. Nos puede el ansia. 
Hay poca actividad. Pero nos convencemos de que aún es pronto. 
Preparamos y ya vemos algún que otro ataque tímido. A probarlo pues.

Monto el vinilo y lanzo una y mil veces. Nada. Pero me puede la confianza en el señuelo. Y encima  me resulta de lo más cómodo el montaje texas que evita los numerosos enganches. Parece que unas rocas más a la derecha se oyen ataques en superficie. Decido acercarme. Unas lisas saltan fuera del agua en varias direcciones. No veo a Ruben. Lanzo. Abanico que sólo rompo al ver de nuevo unas lisas, de tamaño medio, saltar como locas fuera del agua. Me llama la atención que salten un grupo de 10 o 12 en distintas direcciones. Como si algo las hiciera huir. Y efectivamente, algo las hacia saltar.

Lance largo, pasado unos metros el meollo de los saltos. Recogida lineal, lenta al inicio hasta sentir la acción del señuelo, para, al calcular que el señuelo actuaba donde se producía el ataque, subir la intensidad de recogida con algún tirón o jerk muy leve. Al tercer jerk una picada seca, esperada, deseada, anhelada, buscada con saciedad, al fin se produce! No puedo evitar pegar el grito que tanto han sufrido, o no tanto como yo quisiera, mis compis de pesca. "llevoooo!!!!" 

Ruben aparece de la nada y flipando con la curvatura de la caña me dice " pero que llevas animal????" Aún llegó a tiempo para presenciar una segunda y tercera carrera de infarto que, por fortuna, se ajustó perfectamente a cómo llevaba regulado el freno. Parecía ya rendida cuando la acerqué a la roca donde mi compañero ya esperaba para sacarla del agua. Tanto repetir y repetir lo imprescindible de llevar una sacadera, nos encontramos ante semejante ejemplar sin una!
Hasta tres veces se soltó! pero al fin, de un salto me acerca la lubina, mi lubina, mi inseparable compi!

Y que lubina! con ella cogida no podemos dejar de gritar y alegrarnos de al fin conseguir tan preciada captura!!!! 

Dos fotos, decido oxigenarla, para de nuevo tomar un par de fotos más. Pero es tímida. Y fuerte, tanto, que sólo tocar agua, se suelta de mis dedos sin que pueda evitar que recupere su libertad antes de lo previsto. Que le vamos a hacer. A la próxima no dejes el salabre en el coche, melón! No será por no llevarlo. Pero en el coche poco servicio hace.


Nos quedamos mirando las fotos, tampoco están mal! madre mía que preciosidad de animal!

-Y si pillamos otra? 
-Va, no sea que anden por aquí! 

Pero las obligaciones familiares me reclaman. Debo irme. Ésta vez con la deseada picada, la soñada pelea, disfrutar de su librea y encima llevarme un recuerdo para toda la vida! 

Disfruta de tu merecida libertad, procura crecer sana y fuerte, dar tu genética a futuras generaciones y, si no caes antes en malas manos, te pueda disfrutar en mi caña o en la de mi compi o porque no, la de mi hijo, en un futuro con unos pocos quilos más.

Por una pesca responsable, aseguremos el futuro de nuestra pasión soltando a los grandes reproductores.

Si has llegado hasta aquí mil gracias! 

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Buena pesca responsable!!!


2 comentarios:

  1. Buena narracion de una grata jornada, sin duda su astucia le dio la libertad antes de tiempo jejeje buena pesca y a por mas. Si te animas a venir a Galicia contactame y hacemos salidas tras las reinas

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    1. Muchísimas gracias compañero!!! Dalo por hecho! Poco me gustaría más que tentarlas por esas aguas! Aquí son muy escasas pero gozamos de otras especies que por supuesto sería un placer tentar a tu lado si nunca te acercas por estas tierras.

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