lunes, 4 de junio de 2018

The bass. Historia de una captura.

My best bass. 
History of the capture
El protagonista. Pic of Ruben Sevillano


Muchas horas tras una captura decente. Un pez nada fácil en estos tamaños en nuestros spots más cercanos. Y, aun así, los más decentes no se hallan a menos de dos horas en coche. 
En Catalunya, a pesar de contar con privilegiadas zonas donde estos peces podrían llegar a mostrar tamaños mucho mayores, desde la administración se insiste en aniquilar incluso este deportivo pez de sus aguas, como es el caso de Banyoles. En otros entornos, bien protegidos por una muy buena gestión de clubes de pesca, bien escondidos de las presiones de deportivos y, de lo que es aún peor, de sarteneros en zonas más conocidas, otras poblaciones muestran los primeros síntomas de recuperación y crecimiento. Como es el caso de nuestro auténtico protagonista. Un superviviente.

La jornada 

De las intensas, alocadas y frenéticas que tanto nos gustan a mi compañero de equipo y a un servidor.
Montonazos de kilómetros indecentes para realizar los en una sola tarde. Mas horas de coche que de pesca. Pero es eso, o no pescar. Es eso, o no alcanzar tus metas. Es eso, o no tener la posibilidad de superarte. ¿Y si en una de estas te calzas el pez de tu vida? 

El equipo. Pic of Ruben Sevillano
Zumbando a casa de Rubén. Cubiertas mis espaldas con mi siempre imprescindible madre al cuidado de mis dos pequesaurios. Sin apenas tiempo de preparar equipos, casi siempre apunto al contar con un equipo tan versátil y polivalente; caña Hicari Xtr en 240 y una formidable acción de 7-23, montada con su compañero de batallas, Penn Clash en tamaño 2000 que me ofrece la ligereza, robustez y potencia para afrontar mis jornadas de pesca. De locura. De pasión convertida en obsesión.
Sin perder tiempo, cargamos todo a su coche y para la charca, donde nuestro compañero de esta aventura ya nos esperaba tentando tan escasos y preciados verdes.

El viaje se hace corto. Me invade de hace días una sensación extraña que, sin quitarme el sueño como en otras ocasiones, si me producía una mezcla de nervios que me decían que esa jornada nos depararía algo grande. No las tenía todas conmigo de quien sería el protagonista, tanto por pescadores como por peces. Pero algo me decía que tendríamos entre manos a un coloso.

Quizás el karma de saber que en el fondo, el motivo del viaje, era hacer entrega de una sacadera, encontrada hacía unas jornadas, a un muy buen mozo que la precisaba. Al no salir le dueño tras compartir el hallazgo en mis redes sociales, fue directamente para el primero que me la pidió.

La captura


Karma o no, mis compañeros empezaron muy bien su jornada mientras a mí, se me resistían las capturas. Me desmoralizó mucho más de lo que imaginaba, la pérdida de un buen ejemplar que mordió con decisión mi Spinnerbait de grandes dimensiones. Tenía claro que esta vez, quería un pez grande. Y así fue; un gran pez con un gran señuelo, pero de escasos 7 cm y 5 gramos de peso.

Vinilo Swat Shad de Delalande, distribuido por  KaliKunnan. Pic of David Fishing

Nuestro benjamín se hacía de numerosas y buenas capturas a Darting, a pez visto muchas de ellas, resultando ser una técnica más que efectiva, divertida y visual.

Adaptándome a lo que contemplaban perplejos mis ojos, decidí montar al más pequeño de la familia Swat Shad, de la casa Deladande, que tan buenos resultados me había dado con multitud de especies, en color 88, que resulta muy efectivo en todas las aguas y condiciones en las que lo he usado. 

A una altura considerable, observé de repente este tremendo ejemplar patrullando a unos escasos centímetros de la superficie por lo que, rápidamente, advertí e indiqué a mi compañero que llevaba montado un paseante que tirara en la zona para arrancar su picada. Pero este Bass ni se inmutó.  Decido lanzar le a unos 15 metros el vinilo, sin dejarlo hundir y acercándolo con el máximo sigilo y naturalidad posibles. Pero fue en vano. En cuanto el vinilo se puso a tiro de su enorme bocaza, éste se dio la vuelta para desaparecer en las verdes aguas. Algo me decía que dejara el vinilito allí, como chapoteando, haciendo vibrar el agua así como lo hacían los numerosos y diminutos alburnos con el suave lloviznar que intermitentemente rompían la calma superficie del agua. Y así, absorto en el vibrante chapoteo que ejercía con la dulce puntera de mi Hicari, apareció sin más nuestro protagonista, provocando en mí una parálisis instantánea, eterna pero del todo fugaz, parando por un momento el movimiento de mi artificial. Ello provocó el emboque tan esperado como soñado, a cámara lenta, para facilitarme la clavada suave, tímida por el miedo de sacar el vinilo de sus fauces y, instantáneamente, junto al tensar de la línea, clavar esta vez con más decisión provocando el primero de muchos saltos de este asombroso ejemplar. 

- ¡He trincado el tocho! grité como un niño que clava su primer pez, y que pez. Hasta el día de hoy el más grande, fuerte y luchador que ha pasado por mis manos y que haya visto en directo. Adrenalina por las nubes, tensión de cada uno de mis músculos y articulaciones mientras me invadía la inevitable mezcla de euforia y temor por perder semejante pez.

Y aquí entra en juego no solo un buen equipo, sino gozar de buenos compañeros que no dudaron en acudir en mi ayuda para ensalabrar la captura en una zona muy complicada. 
Me hallaba a unos diez metros del agua, en una zona de cortantes que hacían imposible acceder a un lugar más cómodo donde igualar las condiciones del combate.  Por entonces tenía todas las de ganar el pez; no podía maniobrar, debía ceder línea para evitar la rotura de mi trenzado Duel Super X-wire y el fluorocarbono FC Guide Special que, lejos de mostrar el más mínimo indicativo de ceder, me ayudaron y de qué manera a manejar las embestidas y saltos del que parecía ser rey de la zona.
El freno progresivo, suave y potente del Penn Clash hicieron aún más llevadera y divertida la batalla para evitar el temido roce con las rocas someras. Para ello, la reserva de potencia de la Hicari, fue determinante para gobernar el pez hasta una playa cercana donde se hallaba ya uno de mis compañeros, salabre en mano, encontrado días antes.

¡Que bonito azar y estreno! 

Las primeras fotos a pie de orilla. Mostraba una herida en la cola de la que no me percaté hasta contemplar y analizar las instantáneas en mi hogar. Pic of David Fishing

Las fotos de rigor, con nuestras caras dibujando la felicidad de poder disfrutar de semejante ejemplar que, quizás, en otras latitudes sea una captura más o menos habitual pero que, para quien los pesca desde los 5 años en balsas donde gozaban de muy buena salud y "secreto", es sin duda el más sano, rechoncho, largo, fuerte y luchador Black Bass que ha visto, sentido y luchado en vivo y en directo.

Seguiremos disfrutando de un equipo excepcional, polivalente y divertido junto a mi inseparable compañero de equipo y locuras.

Y como no, disfrutando de ese instante en que agradecemos la picada, la lucha, la oportunidad, un instante de su vida, experiencia y sabiduría de nuestra captura, devolviéndola a su hogar, a su medio que es donde mejor esta y, con una pizca de suerte, hará disfrutar de semejantes vivencias a nuestros compañeros, quizás incluso hijos y, porque no, quizás a uno mismo.

Suerte y gracias por tu lucha.



Suelta para mí, para nosotros y, creo que para todos, obligatoria con estos grandes reproductores supervivientes.
Suelta hoy lo que pescaras mañana. Pic of  David Fishing


Buena y feliz pesca responsable a tod@s!


lunes, 19 de marzo de 2018

Anjovas en primavera desde float tube

Anjovas en primavera, si, si en primavera




Y si ademas las buscamos en Pato o Float Tube la experiencia es simplemente espectacular! 
Eso si, se deben dar un minimo de condiciones para que nuestra salida no se convierta en un trauma o en algo peor. Veamos a que nos referimos.

Tentar Anjovas en Pato


Ante todo están las condiciones climatologías. No olvidemos que con este medio de pesca estamos muy limitados. No es lo mismo encontrarse en un temporal en barca o kayak y dar golpe de motor o de remos para poder escaparse en un momento. Debemos asegurarnos de contrastar distintas previsiones y, una vez en el spot, no salir si no lo vemos absolutamente claro. A decenas de compañeros los han rescatado después de pasarlo realmente mal. Incluso en la salida que inspira esta publicación, me vi remolcando a mi compañero por un pinchazo en la uña de una potera. 


Una vez comprobamos que las previsiones se cumplen y las condiciones son optimas, no esta de mas recalcar la importancia de no aventurarse sino es en compañía. Para mi es un aspecto imprescindible.

Indispensable llevar hidratos y líquidos a bordo de nuestro Float Tube. Nunca se sabe. Y menos aun en el mar.

No arriesguéis sino lo veis claro, informad siempre a familiares de donde os encontráis exactamente y de qué planes tenéis para esa jornada que puede ser de ensueño.

Poca cosa mas. Sentido común. Simplemente.

Que os parece si hablamos un poco de los verdaderos protagonistas de la jornada?




Anjovas, tallahams, golfas, lirios, dorados, ratillas y alguno mas que nos dejamos


El pez de los mil nombres, de los mil saltos, de las mil carreras, que aun a día de hoy me quita el sueño. 

Es el Pomatomus saltatrixs.  Hasta su nombre científico define lo que a cualquier pescador deportivo enloquece; sus saltos! Pocas especies se pueden igualar en potencia, acrobacia y por lo tanto, deportividad. 
Es un depredador nato, un pez que deberiamos proteger todos; desde entidades publicas hasta los pescadores profesionales y por supuesto los deportivos. Un tallaham vivo vale 200 veces mas que muerto: genera turismo deportivo por su pesca, mantiene las superpoblaciones de lisas y otras especies de su habitat y entorno, manteniendo las poblaciones de estas sanas. 
Su carne, aunque desconozco el sabor, no es muy apreciada y su valor en lonja es ridículo. 
Como pez deportivo es una mina de oro si sabemos gestionarlo en espacios como el Delta del Ebro, donde alcanzan tamaños impresionantes a pesar de los palangreros y una presión pesquera insostenible.

Como buen depredador y pez deportivo, su pesca es enérgica, en superficie o con jerks y vinilos. Estos últimos no muy recomendables, pues con sus potentes y cortantes mandíbulas, nos harán perder la semanada en señuelos.

Entremos un poquito mas en detalle de su pesca, especialmente a partir de abril.



La pesca del lirio en abril en pato

Como en todo en la pesca, no hay ley que se cumpla por igual en cada spot que visitemos. 

Cierto es que existen spots donde podemos gozar de estos deportivos peces la mayor parte del año, y son estos los que debemos intentar encontrar con tan limitado sistema de pesca; la pesca en pato en el mar. No podemos trazar grandes distancias. Es el tipo de pesca que escogeremos cuando tengamos noticias de tallahams en la zona o bien los tengamos muy localizados.

Sin poder generalizar, es cierto que en determinadas zonas, existen ciertos lugares frecuentados por estos magníficos depredadores, con poblaciones de estos bastante estables y localizables.

Tanto por fama, como por numero y sobretodo tamaño, si os parece nos centraremos en una zona por todos nombrada y conocida; el Delta del Ebro.

En unos años en los que las temperaturas tanto atmosféricas como del agua no siguen patrones de antaño establecidos, podemos, a priori, esperar cierta entrada de anjovas en Abril tanto en la desembocadura como en la mismas playas colindantes.
Abril es un mes en el que se presupone, entran a criar las anjovas, tan castigadas en la zona por palangres de dudosa legalidad. 

Pero centrémonos en su pesca desde pato tanto en este magnifico paraje, como en otros de similares características. Si. Lo sé. El Delta del Ebro es único. 

En abril buscaremos zonas donde el tallahams pueda apresar y emboscar a sus presas. Es así, es un pez sumamente astuto, voraz y agresivo pero no por ello un pez fácil de capturar. Si hallamos el patrón a seguir o simplemente damos con un banco de estos en pleno frenesí de cacería, las posibilidades de vivir una jornada inolvidable aumentan exponencialmente.

Playas someras, incluso artificiales entre espigones, con cambios bruscos de profundidad serán los idóneos para tentarlos en pato. 

Por contra, no son pocas las jornadas en que no damos con ellos; o no estan, o se han desplazado tras bancos de minitalla o lisas, o simplemente no comen.

Veamos un poco los señuelos que mas resultados nos dan.



Señuelos en primavera


Como no, la prioridad sera la superficie! tanto por su vistosidad, deportividad y espectacularidad sera sin duda la primera capa de agua a pescar. La utilización a primera hora de grandes paseantes y/o poppers vistosos, recogidos a distintas velocidades, nos permitirán cubrir grandes zonas de agua, localizar los posibles bancos e incluso excitar e incitar a nuestros protagonistas.

Si no vemos ataque alguno, y ni alternando velocidades tanto a popping como "paseando al perrito" en ingles el famoso "walking the dog", conseguimos picada alguna, probaremos suerte con grandes jerks y minows también muy vistosos. Contra mas tomada este el agua mas generosos podemos ser en la utilización de colores bien llamativos. No os cortéis en ese sentido.

Id alternando diferentes recogidas y velocidades, aunque recomendamos energicamente la recogida a jerks, haciendo power fishing muy marcado con alguna pequeña, muy pequeña pausa. Lo que viene a ser un autentico destroza hombros y muñecas. Quien algo quiere, algo le cuesta. Para aclarar un poco este ultimo punto, añadir que nos referimos a unas recogidas rápidas, enérgicas, con continuos tirones de puntera.

Si ni con esas arrancamos picada alguna, pero vemos indicios de su presencia, como ataques en superficie, peces sangrando, o pequeños grupos de gaviotas acechando, sera quizás el momento de pasar a presentaciones mas sutiles; a lo mejor están comiendo mini talla o recelan simplemente de las grandes muestras, que no les traen gratos recuerdos, si habitan en zonas castigadas por spinneros.

Pequeños paseantes, vinilos y jerks así como minows de medidas mas contenidas y que no les tengáis un gran aprecio, arrancaran en estos casos las picadas tan esperadas. Es de esperar la mayor perdida de estos señuelos en bocas tan cortantes. 

Y ello nos recuerda que no esta de mas hablar de bajos con estos verdaderos cortahilos.



Bajos para cortahilos de profesión


Lo sabemos, si comen con ganas no hay fluorcarbono que lo resista. Si el contrincante nos muerde o roza el bajo estamos perdidos. El uso de gametas aceradas es aconsejable solo en caso de grandes ejemplares y, sinceramente ni en esos casos bajo mi punto de vista: perdemos naturalidad, recelan mucho mas y los señuelos pierden gran parte de su acción y natación.

Suelo usar bajos de calidad, de diámetros comprendidos entre los pelados y arriesgados 0,30 hasta un máximo de 0,50 si los señuelos son muy voluminosos y no pierden acción con estos diámetros.

Es arriesgado. Lo sé. Pero sera la manera de conseguir picadas y mas en tallahams recelosos o sometidos a mucha presión.


Por ultimo hablaremos un poco de los equipos a utilizar.



Equipos


Ni muy pesados ni exageradamente ligeros. Pues anda que aqui me he lucido eh? 

Me explico; un equipo demasiado high nos agotara en un tipo de pesca tan enérgico y exigente. Permitirá remolcar el pez en segundos sin llegar a disfrutar de su inigualable pelea. 

Un equipo por contra demasiado light hará que los combates se eternicen agotando en exceso al pez, así como estropear cañas y carretes que no están diseñados para mover señuelos que en muchos casos exceden de los 60 gramos.

Pues que hacemos? para un humilde servidor lo ideal seria un carrete tamaño 2500 o 3000 como máximo, con una caña de acción entre 10 y 80 gramos. Por pedir que no sea.
En mis salidas tras lirios, suelo llevar dos equipos; el mas ligero se compone de una caña acción 2-10 con carrete 2500 para pequeños ejemplares de guardería. 
No falta mi otro equipo para ejemplares más creciditos, con una caña accion 28-60 y un carrete tamaño tambien 2500 pero mas potente y cargado con trenzado y bajo de más grosor.

Ahora al leer diréis "claro, como si pudieramos escoger el tamaño de las capturas..." efectivamente no podemos. Pero al iniciar la jornada, podemos empezar como os decía con grandes lures buscando mover y provocar grandes ejemplares. Si ello no sucede, nuestros brazos agradecerán un descanso liviando los equipos , disminuyendo pesos y potencias. Si con ellos se produce alguna captura de un gran ejemplar, toca apretar los dientes y al finalizar, volver a los equipos más pesados.


Va, y me mojo aun más; mi equipo ideal para tentarlas se compone de Caña Kali Kunnan Runner con una fantástica acción 28-60, de 2,10 perfectos para pato, embarcación y kayak, carrete Penn Slammer 3000 o Conflict 2500 cargados con trenzado  Helios x8 entre el 0.10 y el 0.23 y unos bajos Kali Kunnan Fluorocarbon entre los 0.37 y 0.52.

Mucha suerte y buena pesca responsable a todo@s.